Doctor, me han diagnosticado de enfermedad de Parkinson, ¿tengo que empezar a tomar ya tratamiento?
Como paciente, debe tener en cuenta que la enfermedad de Parkinson es un trastorno crónico, es decir, habrá que convivir con la enfermedad a lo largo de la vida y esto es clave porque el tratamiento deberá plantearse en este contexto, de forma racional pero siempre valorando la necesidad en función de los síntomas.
Un aspecto importante es que en el momento del diagnóstico ya se han perdido más de la mitad de las neuronas que contienen y liberan dopamina. Esto es porque la enfermedad lleva años desarrollándose, aunque al inicio no produzca síntomas, en parte debido a que el cerebro pone en marcha mecanismos de compensación que durante un tiempo variable puede hacer que la falta de dopamina no sea suficiente como para producir síntomas. Sin embargo, llega un momento en que estos mecanismos empiezan a fallar y no son suficientes, y es ahí cuando aparecen los síntomas de la enfermedad. Es por ello que empezar con un tratamiento al diagnóstico, aunque sea suave, va a ayudar al cerebro a compensar la falta de dopamina. Por lo tanto, empezar con medicación independientemente de la gravedad de los síntomas y repercusión puede ser una actitud razonable.
Sin embargo, lo que también sabemos es que a día de hoy no hay tratamiento para curar la enfermedad ni tampoco ningún tratamiento farmacológico que permita enlentecer su progresión (sí en investigación y todavía no sabemos si funcionan o no). Dicho de otra forma, a largo plazo el pronóstico no va a cambiar si se inicia antes o más tarde el tratamiento. Es decir, los tratamientos serán para mejorar síntomas y el iniciar un tratamiento o no dependerá sobre todo del tipo de síntomas, su severidad y la repercusión funcional que ocasiona en el paciente. Cualquier decisión terapeútica será tomada en un contexto global y absolutamente individualizada para cada paciente en el que se valorará por parte del neurólogo la edad, otras patologías, otros tratamientos que el paciente esté tomando, y por supuesto si los síntomas son discapacitantes y en qué medida. Por ejemplo, un temblor leve en la mano derecha en una persona joven diestra puede ser limitante y necesario empezar con medicación y por el contrario un temblor leve en una persona mayor y muy medicada puede no ser limitante y una posibilidad razonable sería esperar a ver la evolución y cómo progresan los síntomas, de tal forma que cuando empeoren y repercutan en el paciente se podría empezar con medicación.
Como conclusión, decir que es clave la valoración por parte del neurólogo así como que muchas veces el manejo es consensuado con el paciente, siendo razonable explicar las diferentes posibilidades y que la decisión se pueda tomar conjuntamente en base a ello. El paciente es el protagonista y su rol activo también es importante en una enfermedad neurodegenerativa en cuanto a la toma de decisiones.
RESPUESTA: El manejo será absolutamente individualizado para cada paciente considerándose como punto principal que el tratamiento es sintomático, es decir, permitirá ayudar a mejorar los síntomas, siendo clave entonces en la decisión de empezar o no a tratar cómo lo síntomas repercuten en el día a día del paciente. Dado que los síntomas aparecen porque hay mecanismos de compensación cerebral que están fallando, podría ser razonable empezar con medicación suave incluso en casos con síntomas leves para ayudar así al cerebro a compensar la falta de dopamina. Su neurólogo le explicará y será clave cumplir bien con la pauta que le indique de tratamiento, si es pertinente.
Diego Santos García
Neurólogo en el CHUAC y Hospital San Rafael, A Coruña